Protegerme, esconderme debajo de un antifaz de apatía protectora, esconder lo que fui, lo que soy, fingir ante el mundo que vivo en un intenso éxtasis terrenal.Mostrarme feliz, comprensiva, esconder la depresión, el llanto, reprimir los gritos, gritos ahogados por mi máscara.Mi verdadera yo está escondida en un profundo túnel, en el que a nadie se le ocurriría buscar, sola, confundida, aturdida por la realidad. Sin nadie que la aconseje, que la acomañe en su enfermedad, en su insanidad.Ella, es una princesa poco común, desconocida, desequilibrada, que en vez de construir un hermoso reinado de fantasías, lo destruye, hace que todo su alrededor parezca oscuro, que se vuelva oscuro. Ella vive en un castillo de sombras, oculta tras la máscara de la normalidad.Mientras tanto alguien finge ser ella, para que no puedan jamás conocerla y así, nadie pueda intentar remediar todo lo que destruyó.No quiere que la conozcan, no quiere que sepan la abominación de persona que realmente es, por lo menos no hasta que cumpla su cometido, destruir, destruirse.Nadie logrará cambiarme, corromperme, porque nadie jamás sabrá el horror de realidad que se encuentra debajo de mi máscara, un antifaz que logré crear, que contiene un equipo completo de felicidad, fingida felicidad.A veces duele, intenta descubrirse, pero al pensar en las consecuencias, la dejo bien enterrada en el fondo de mi antifaz, de ahí la frase, duele tanto fingir estar bien.
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